Para Imprimir

Está página es para facilitar imprimir varios artículos a la vez; muestra 5 artículos a la vez. Al fondo de la página se puede navegar a artículos prévios.

  • Experimentar soledad, aunque estemos rodeados de personas

    Experimentar soledad, aunque estemos rodeados de personas

    El mecanismo

    Todos nos hemos sentido solos en algún momento de nuestra vida o en muchos. No importa si somos niños, jóvenes, adultos o ancianos; solteros, casados, viudos o divorciados; hombres o mujeres. Durante el transcurso de nuestra vida surgen situaciones en las que sentimos estar completamente solos, a pesar de estar rodeados de personas.

    La filosofía relacional actual nos lleva a vivir en un egoísmo compartido y solapado. Estaré contigo mientras me seas útil y me gratifiques; nos amamos, pero unámonos solo para compartir unos momentos placenteros; compartamos las vacaciones, pero cada quien siga viviendo en la comodidad de la casa de sus padres; seguimos siendo novios, aunque llevemos varios años viviendo juntos.

    «Ayer conocí una nueva amiga», me decía una chica de la pastoral. Me compartió que la conoció en una calle de la ciudad mientras ella estaba pérdida buscando un hotel. El encuentro de donde surgió esa nueva amistad duró diez minutos. Yo simplemente le pregunté: «¿Y la consideras tu amiga?»

    La experiencia

    El frío calaba mis huesos; era muy intenso. Con la humedad de aquellos días, parecía tener una habilidad para atravesar mi pantalón y mi chamarra, mis huesos y mi corazón. Pienso que se hacía más intenso en la soledad de mi recámara, en la lejanía que experimentaba mi alma, aun cuando me encontraba rodeado de personas, ya fuera en las actividades pastorales, en la eucaristía o cuando me reunía con la familia.

    Mi aislamiento, nacido de las prisas de la vida diaria, por querer concentrarme en mi trabajo y en mis tareas, por cuidarme del Covid o de la influenza, por el anhelo de los vínculos del pasado, me llevó a la soledad sin darme cuenta de ello.

    Buscaba compañía en internet y en chat, buscando palabras e imágenes bonitas, o una profunda amistad en el bar. Una carrera contra la soledad que lo único que hacía era sumirme más y más en el vacío, en la soledad, en el ensimismamiento, en la superficialidad y la utilización de los demás.

    Lo profundo, mi pozo, mi Espíritu

    Un día, al sentirme profundamente solo surgió un atisbo de aquella fe que en otros momentos me movía y me llenaba de amor. Me permití experimentarla. Y empezó a renacer la esperanza de buscar a Aquel que me llamaba a estar con él. Estando solo en mi cuarto, abrí la Biblia al azar –como no debería hacerlo, según los eruditos–. El Señor me dijo: «No temas, porque yo estoy contigo» (Is 41,10). Se me oprimió el corazón y lloré dejando salir esa soledad fruto de mi aislamiento. Experimenté la compañía misteriosa de Dios, y empezó a crecer el anhelo de dejarme amar y ser amado, de salir al encuentro de los demás, de dejarme mirar por el Padre en ese pequeño espacio donde ahora no estaba solo, sino mirado y abrazado por un Dios compasivo y amoroso.

    Escuchaba en lo profundo de mi corazón: «¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque yo, el Señor y tu Dios, te acompañaré a donde quiera que vayas» (Jos 1,9). Pasaban los días, y yo comprendía poco a poco que mi soledad está habitada por mi Dios. Y quiero que siga siendo así: el lugar de encuentro conmigo mismo y con mi Dios.

    ¿Qué me llevó al aislamiento y a esa soledad que asfixia y mata? Sigo rastreando mis huellas para para sacar aprendizajes. Resuenan en mí las palabras del papa Francisco que dice que si no tengo la capacidad de estar en soledad corro el riesgo de quedarme en la superficie de las cosas y nunca tomar contacto con el centro de mi existencia, ser un extraño para mí mismo y para los demás.

    La desolación, fruto del aislamiento que he vivido, ha sido una buena sacudida para mi alma: me ha hecho dolorosamente más humilde, me ha recordado dónde está mi tesoro, el que me acompaña y me guía. Él me ama siempre y en todo lugar, Él me sostiene y me impulsa a amar.

    Homero Merlín, MSpS


  • ORDENACIONES SACERDOTALES

    ORDENACIONES SACERDOTALES

    Ordenación sacerdotal de nuestros hermanos Ignacio Zapata, MSpS y Santiago Pastrana, MSpS, en Comalcalco, Tabasco. 17 de febrero 2024.

    La comunidad de Misioneros del Espíritu Santo en Comalcalco, Tabasco, anfitriona de este acontecimiento importante para la congregación y la Iglesia.

    Desde el viernes 16, Misioneros de las tres provincias llegamos al aeropuerto de Villahermosa, en diferentes horarios. Fueron familias las que hospedaron a algunos hermanos y personas venidas de Mérida.

    Por la mañana del sábado nos encontramos los Misioneros en la cafetería “Baxal” del proyecto horizontes creativos para celebrar entre hermanos un aniversario mas de este espacio de solidaridad. Algunos tuvimos la oportunidad de visitar las instalaciones de Horizontes creativos, donde nos compartieron el alcance del proyecto y todo lo que desde ahí se gesta en incidencia a la sociedad.

    Todos nos fuimos dando cita a las 6:00pm en el estadio de Béisbol, muchas personas comenzaron a llegar desde las 5:00pm para lograr un buen lugar desde donde presenciar este momento de mucha alegría para toda la comunidad eclesial de la parroquia, para la familia de nuestros hermanos y para nuestra familia congregación. El espacio privilegiado lo tuvieron los jóvenes de la parroquia, muy cerca de aquel altar preparado muy al estilo del sur, sus colores, elementos culturales, entre ellos la típica enrama. En punto de las 6:00pm aquel estadio estaba ya lleno, con muchas personas gritando desde el corazón, Jesús Salvador de los hombres, ¡Sálvalos!…

    Sacerdotes del decanato al que pertenece la parroquia San Isidro Labrador en Comalcalco, se unieron a esta celebración que comenzó en punto de las 6:00pm, presidiendo Don Gerardo de Jesús Rojas López, Obispo de la Diócesis de Tabasco. Junto al obispo auxiliar en Mérida, Yucatán, Don Mario Medina Balam. Una celebración muy familiar, llena de cercanía, muchos gestos de cariño fruto de esta Espiritualidad de la Cruz que fraternizó todo el lugar y los encuentros que se dieron.

    Nacho y Santi, como cariñosamente les llamamos, fueron presentados por sus familias y por los hermanos que leyeron una semblanza de su vida, con ello nos hicieron estar en profunda sintonía con el querer de Dios para su vida, uniéndonos a confirmar que efectivamente han sido encontrados dignos de este don para la Iglesia.

    El obispo se dirigió especialmente a ellos, diciéndoles que “no olviden ser hombres de oración, hombres de amor, hombres de entrega que se dejen tomar por Dios, gastándose y desgastándose por el Reino de Dios y por Jesucristo”

    Al final Don Gerardo de Jesús dio a sus padres el corporal con el que secaron sus manos del crisma y una imagen de Jesús en la Cruz, invitándoles a mirarlo siempre y a no dejar de orar por el hijo que han entregado para el servicio de la Iglesia, momento muy emotivo.

    Muchos aplausos, alegría compartida y sobre todo mucha fe llenó aquel dia  el estadio, haciendonos constatar la obra es de Dios en nuestros hermanos. Todos pudimos ser testigos de la gran felicidad de Santiago y Nacho, nos acercamos a abrazarlos en gratitud por el don de su vida entregada para este servicio.

    Al momento de terminar y que la ultima persona les estaba abrazando para felicitarlos se soltó una tremenda lluvia en aquel lugar, que llenó aún más de frescura aquel Comalcalco caluroso. Esperemos que este signo sea profético en el ministerio de nuestros hermanos, de mucha fecundidad y frescura, ¡siempre!. Terminamos el día con un compartir fraterno en la casa de la comunidad.

    El domingo 18 nos dimos cita en la parroquia de San Isidro Labrador, a las 8:00am comenzamos la procesión para iniciar la Eucaristía que presidío por primera vez el Padre Santiago, con aquel templo lleno, muchos jóvenes preparandose a las misiones de Semana Santa y personas con gran cariño por Santiago, muchos gestos hicieron aún más emotiva la celebración, el P. Gerardo por el Consejo Genral, regalaron a Santiago una estola con bordados tipicos de Chiapas, recordándole que la Iglesia es suya, que la congregación y la Iglesia son suyas también que lo sienta así y viva feliz por ello. Al final de la celebración la comunidad de la parroquia ofrecieron unos ricos tamales a todas las personas que estuvieron.

    Luego, el mismo día nos transladamos a la parroquia de San Sebastían Mártir en Chihicapa. A las 12:00md el Padre Nacho, presidió su primera Eucaristía en la tierra que nació, creció y de la que surgió su vocación. Una celebración muy sentida, Nacho profundamente orgulloso de sus raices, de su gente y reconociendo que fue en torno al fogon de su hogar que se gestó su experiencia de Dios y su opción por el servir siempre a los demás.

    El Padre Gerardo dirigió unas palabras con un detalle de parte del consejo General, una estola bordada en Chiapas, llena de colores haciendo alusión a una de las pasiones de Nacho, que es la cocina. Ahí invitaron a su mamá para pedirle a Nacho que cocine siempre para los demás, que lo haga con mucho amor y que todos coman con lo que el prepare, terminando con un abrazo lleno de cariño y lágrimas. Sin duda que todo el pueblo reunido para dar gracias a Dios por este don de la vida entregada de Nacho. Todos comimos aquel día una rica barbacoa que prepararon para toda la gente. Por la noche regresamos a una rica cena, que con cariño preparó la familia de Nacho para todos sus familiares, amigos y hermanos Misioneros. Un día lleno de fraternidad, gratitud y cariño.

    Queridos hermanos, deseamos un ministerio muy fecundo, de mucha pasión y frescura para anunciar el Reino de Dios entre nosotros. Gracias por su SI generoso y pedimos a Dios que les conceda el don de la fidelidad hasta el final.


  • Profeta de fuego, Cantos sobre Concepción Cabrera

    Profeta de fuego, Cantos sobre Concepción Cabrera

    Nuestro querido hermano Fernando Torre, MSpS nos comparte el álbum: Profeta de Fuego, con cantos sobre Concepción Cabrera.
    La letra de los cantos es de su autoría, los arreglos y producción de Rodrigo Espinoza Huerta, y las voces de los coros de San José del Altillo.

    Lista de cantos:

    • Introducción
    • Pasión por Dios, Salvación para el Mundo
    • Ámame, Bésame, Acaríciame
    • Amor, Pureza y Sacrificio
    • Muestra mi Cruz
    • Eres Vivo Retrato de María
    • Mujer en el Mundo
    • Profeta de Fuego
    • Escribe
    • Cruz del Apostolado, Cruz de Amor
    • Tu Nombre es Cruz de Jesús
    • Conchita Viva Hoy
    • Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre

    Puedes acceder en este link o en el código QR que está en la imagen:
    https://music.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_n19MmbXAX2263uddkpX3Xf0LFBfKkWC8s


  • Cinco provocaciones para reflexionar en torno a la sinodalidad en nuestra vida consagrada

    Cinco provocaciones para reflexionar en torno a la sinodalidad en nuestra vida consagrada

    Confederación latinoamericana de Religiosos (CLAR)

    En este documento se nos ofrecen cinco pequeños textos escritos por el Equipo de Teólogas/os de la CLAR, en el que participa nuestro hermano Bernardo Sada MSpS, los cuales están acompañados de una o varias preguntas que pretenden generar reflexión y
    diálogo entre nosotros.

    Las comunidades que gusten pueden utilizar este material para reuniones comunitarias, retiros, discernimientos, etc.

    Las cinco provocaciones son:

    • Provocación 1: Misión y conversión pastoral
    • Provocación 2: Obediencia y modelos relacionales
    • Provocación 3: La formación en clave de la sinodalidad
    • Provocación 4: Ejercicio de la autoridad
    • Provocación 5: Renovación de las estructuras en la Vida Religiosa

    Encuentra más información en:

    https://jimdo-storage.global.ssl.fastly.net/file/f1796ee2-0dd5-480a-b424-8aaa04ea1ffd/CLAR_Itinerario%20de%20Reflexio%CC%81n%20en%20clave%20sinodal%20.pdf


  • «Remar mar adentro» Travesía por la segunda Asamblea Provincial

    «Remar mar adentro» Travesía por la segunda Asamblea Provincial

    Josué Emmanuel Suaste Vargas, M.Sp.S.

    «Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (Mc 4, 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino sólo juntos».

     Papa Francisco  

    El clima templado de Valle de Bravo, su hermosa vista al lago y sus bien remodeladas instalaciones, fueron el escenario óptimo para un encuentro fraterno. Los días 29 de enero al 02 de febrero tuvimos la 2ª asamblea provincial. El evento contó con la participación del equipo de liderazgo congregacional, el Consejo provincial, los animadores locales, los coordinadores de proyectos, los hermanos que habían sido votados como representantes de generaciones y algunos hermanos en formación. También contamos con la novedosa presencia de Guadalupe Guillen, Liz Guillen, Gloria Hernández, Carmen Hernández y Eduardo Martínez, laicos vinculados a los proyectos de misión. Como a los pescadores llamados en el Evangelio nos unía una misión compartida, un deseo de «remar» juntos y una tarea de vislumbrar una «nueva orilla» que nos mostrase un puerto nuevo para la misión. «¡Pasemos a la otra orilla!» (Mc 4, 35).

    Día primero, estamos en la misma barca 

    Como ya hemos insinuado, el texto de la tempestad calmada del evangelio de Marcos (Mc 4, 35-42) fue la mística que nos acompañó durante este encuentro sinodal. El primer día se conformaron grupos de trabajo y se nos explicó el método de escucha espiritual que nos acompañaría durante la asamblea. Al caer la tarde hicimos una procesión inaugural que quería significar el deseo de caminar juntos en torno a la Palabra y en medio de la oscuridad que muchas veces nos abruma.  Al calor de una hoguera pedimos Espíritu de unidad en la diversidad y nos compartimos la luz. Era una metáfora de nuestra espiritualidad de la Cruz pascual donde la luz compartida vence la tiniebla y en donde la fuerza de lo débil se convierte en signo del Padre en medio del mundo.  

    Día segundo, creación de la atmósfera necesaria para el discernimiento 

    ¡La cosa se va poniendo interesante! Seguimos con la metáfora de la barca. Ahora con el tema de la pesca y el énfasis en la misión. Tuvimos el momento de iluminación: resonamos sobre un texto esperanzador del cardenal Aquilino Bocos y la escucha activa y receptiva del aporte de los hermanos sobre la realidad de las comunidades. Terminamos la mañana haciendo síntesis de las «luces del Espíritu» que encontramos en la voz del cuerpo provincial.  Pero no sólo de oración y reflexión vive la gente. Como cada día, a mitad de la jornada, tuvimos un espacio para el deporte y esparcimiento. Más de alguno se tomó muy enserio la metáfora de la barca y la pesca e hizo de la piscina su espacio vital. Otros quisieron recordar viejos tiempos y disfrutaron del tenis. Unos más, aprovecharon el tiempo del deporte, fueron a degustar la gastronomía típica del centro de Valle.  Por la tarde, Pepe Loyola nos propuso el nuevo escenario congregacional de internacionalización y Fernando Falcó nos presentó los resultados de una investigación sobre la perspectiva a futuro del personal en la provincia. Se nos hizo notar el envejecimiento del personal y la necesidad imperante de la promoción vocacional. La realidad se iba imponiendo a las ideas. Concluimos el segundo día de trabajo con la Eucaristía, la cena y unos juegos propuestos por los hermanos en formación.

    Día tercero, no nos faltó la cruz

    Si bien este fue un día más tranquilo en cuanto a propuesta de trabajo, fue intenso en cuanto a emociones y sentimientos. La noticia del cierre abrupto de nuestra presencia en Guastatoya-Guatemala, que nos dieron la tarde del martes, y la constatación de que muchas veces hemos perdido presencia estratégica y vínculos con las diócesis, marcaron la hondura de nuestras reflexiones. Y para hacer más constatable que siempre hay imponderables, uno de los hermanos de la asamblea nos comunicó que tenía Covid. Fuimos conscientes de nuestra vulnerabilidad, y a pesar de ello entusiastas. Prudentemente, el hermano se aisló y, después de las medidas preventivas necesarias, continuamos con el ritmo de la asamblea. 

    Con este «realismo esperanzado» fuimos definiendo las prioridades y criterios que creemos son los elementos indispensables para las futuras decisiones del rumbo provincial. En el compartir, poco a poco, llegamos a la moción de que el discernimiento no estaba en abrir o cerrar presencias, sino en cuidar nuestra vida religiosa y favorecer ambientes comunitarios sanos, como asidero necesario para luego impulsar las presencias pastorales significativas que respondan a la realidad desde nuestro carisma; así como fortalecer las instancias de servicios específicos: Cruces-Fundación Rougier y Horizontes creativos. Estos elementos de consenso fueron elaborados gracias al trabajo en grupo. El grupo fue convirtiéndose de alguna manera en una pequeña comunidad de base en la que se purificaban los aportes personales, se definían las constantes, que luego eran compartidas y reflexionadas en el plenario.  Los momentos de compartir espontáneo después de la cena, fueron convirtiéndose en espacios de descanso para hacer los ecos de lo vivido durante el día (salvo para los hermanos del filosofado que trabajaban hasta muy noche haciendo las actas de lo trabajado. ¡Ojalá les diese puntos en sus asignaturas de filosofía!).

    Día cuarto, «traer a la memoria a los que han pescado antes que nosotros» 

    A la par que pensábamos en el futuro, recordábamos con gratitud a aquellos que han soñado la congregación antes que nosotros. En la mesa eucarística, unos signos nos habían venido acompañando: unos pescados, unos papeles con nuestras luces, unas huellas que tenían escritos nuestros nombres como signo de caminar juntos   y también las fotografías de algunos de los hermanos que han muerto este último tiempo: Checo García, Lalo Sarre, Juan Molina y José Luis Fernández. En ese significativo ambiente de comunión y con lo iluminado previamente, dimos por aprobado con unanimidad el documento síntesis de las prioridades y criterios. En la asamblea no faltó el debate, la reflexión compartida y el gusto institucional por ser «muy precisos» en la elaboración de la redacción y el lenguaje.

    Junto con los criterios y estrategias para la toma de decisiones,  trabajamos el documento de las líneas estratégicas para el  caminar provincial, a saber: la misión compartida con laicos, la pastoral vocacional como criterio de innovación, el  cuidado de nuestra salud integral, la búsqueda de una mayor articulación eclesial y social,  la promoción de un estilo de liderazgo incluyente y participativo, la institucionalización en espacios de misión y la innovación en el modelo de gobierno provincial. Al finalizar este día con la Eucaristía, Enrique Sánchez nos motivó a agradecer la vida y audacia de Mons. Ramón Ibarra y, en este tenor, Eugenio Ramírez nos invitó a agradecer también a los que han estado antes que nosotros. De alguna manera, querido lector, querida lectora, estuviste presente ese día en nuestra asamblea, ya sea porque compartirnos misión o porque eres parte de lo construido a lo largo de muchos años y hoy nos sentimos corresponsables en el cuidado de esto que un día vimos brillar. 

    Día quinto, ofrecer como María el frágil don que se nos ha dado

    Concluimos nuestra asamblea el 2 de febrero, fiesta de la presentación del Señor y día de la vida consagrada. En la misa de clausura, previa a los asuntos varios, Pablo Héctor (animador provincial), inspirado en el texto de la presentación, nos motivó al diálogo y a la cooperación intergeneracional. Tenemos en nuestras manos algo frágil como el niño en brazos de Ana y Simeón.  En lo pequeño se encarna el Verbo, en nuestra congregación, sus miembros y sus proyectos. Volvimos a la imagen de la hoguera inicial y al camino andado entre todos y todas. Como signo final de la misa, Enrique Sánchez ( el mayor de todos los presentes) y Andrés Cruz (el menor de los misioneros) nos dieron la bendición. La mayoría expresaba un sentimiento de profunda gratitud y de ser enviado a la tarea de «con la guía del Espíritu, esperanzar nuestra vida y misión». Duc in altum.