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  • Homilía del P. Sergio Maciel en las exequias del P. Melecio Picazo Gálvez

    Homilía del P. Sergio Maciel en las exequias del P. Melecio Picazo Gálvez
    Santuario de la Cruz del Apostolado, Jesús María, 24 de junio de 2024

    Muy queridos hermanos y hermanas.

    Hoy estamos de fiesta, una fiesta de varios niveles. Fiesta en el Cosmos, fiesta en la Iglesia, fiesta en nuestra amadísima congregación. Esta fiesta, según nos dice Jesús, en una parábola del evangelio, está preparada por un rey, el rey celestial y esta fiesta preparada por ese rey celestial, se confunde con la fiesta que celebramos en el Apocalipsis, con las bodas del Cordero.

    Pues, ahora que nuestro buen hermano Mele es llamado por el gran rey, para participar en esta fiesta, nos da alegría. Es el tono principal de esta reunión, la alegría de haber sido llamado por el Hijo de Dios.

    Bien, pues nuestro querido hermano Mele fue llamado a participar de esa fiesta eterna y nos alegramos profundamente todos. Ese acontecimiento de la partida de Mele, que para el mundo no significa nada, para nosotros significa mucho. Estamos alegres, por la fiesta del Señor. El Señor es el que hace todo, nuestro Dios.

    Allá por los años cincuenta, que estaba en teología o estaba ya gozando mis primeros años de sacerdocio, en El Altillo, se acercó una señora y me dijo: “Padre, ¡qué difícil es tener vocación en estos tiempos!” Se me hizo rara la reflexión, pero ni la entendí, ni la acepté, porque nuestra dimensión es otra. No sé a qué le llame raro. No sé qué creía ella que hemos dejado. Eso lo podemos repetir una y mil veces, preferir a Dios y no al mundo. ¿Qué tiene de raro? Al contrario, raro es cuando nos alejamos de Dios y preferimos el mundo, eso es lo raro.

    Pues nosotros, hermanos, seguimos a ese gran rey, él nos ha llamado, es muy hermosa la expresión de san Pablo en una de sus cartas, en que nos hace ver que estamos en el plan de Dios desde antes de la creación del mundo para ser santos. El que es Santo es la santidad. Y va a ser la invitación continua: Sed perfectos como mi Padre celestial es perfecto. Y por eso nos alegramos, porque un hermano nuestro se ha unido ya definitivamente a esa fiesta, a la fiesta eterna.

    Mi querido hermano Mele: Gracias por haberle dicho sí a nuestro Señor. Con gusto te entregamos a su promesa del evangelio, que es la vida eterna. Veo en tu vida mucha semejanza con san Pedro. Él, como tú, reclaman un premio: “Señor, nosotros hemos dejado todo para seguirte, ¿qué nos darás a cambio?” Y sí, nuestro Señor en su bondad, acepta la proposición de Pedro, de Mele y de todos y cada uno de nosotros. Sí, ustedes que han dejado padre o madre, hermano, hermana, hijos e hijas o campos, por mi Nombre, recibirán el ciento por uno y, después, la vida eterna.

    Nuestro caminar en la vida, muy parecido al de san Pedro y al de Mele; también nosotros hemos dejado al padre, a la madre, hermanos, hermanas, etcétera, por la vida eterna.

    ¿Qué pudo haber dejado san Pedro? Sí, dejó a su padre, dejó la barca de su padre, y unas redes que, con frecuencia, el evangelio nos pone el escenario de que estaban remendando las redes. Y ¿qué recibió en cambio? La vida eterna.

    Igual, Mele dejó todo. Y él nos hablaba con mucha gracia a la comunidad de lo que era Sahuayo. Se veía que hablaba de Sahuayo con mucho amor, porque decía que en Sahuayo había dos, cuatro, seis aeropuertos y luego vio que era muy poco tener aeropuertos y se fue con la cultura, que en Sahuayo había seis, ocho, diez universidades. Como dicen los muchachos, le echó mucha crema a sus tacos.

    Pero Dios aceptó la entrega de Mele y también el parecido con Pedro de el amor. Nuestro Señor le pidió una prueba de amor a san Pedro. Le dijo: “Pedro, ¿me amas?”. “Sí, Señor, tú sabes que te amo”. Tres veces le preguntó y le dijo: “Apacienta a mis corderos; apacienta a mis ovejas”. Y allí se encargó nuestro Señor de que él fuera el jefe de la Iglesia; él iba a encargarse de la Iglesia.

    A Mele también le pidió una prueba de amor y no es otra cosa que su entrega en la congregación, en los votos, ahí en los votos religiosos le confirmó que sí, que lo amaba. Y también tuvo una promesa parecida a la de san Pedro: “Apacienta a mis ovejas”, el sacerdocio, en la congregación. Nuestro Señor le encargó la guía de nosotros los Misioneros del Espíritu Santo. Fue nuestro superior general por dos sexenios y con mucho tino llevó a nuestra congregación, tino y amor, por los caminos que Dios quiere.

    Por allá en los escritos de Nuestra Madre hay una frase que me ha hecho pensar, dice nuestro Señor: “Habrá cosas mejores, pero yo quiero que los Misioneros se encarguen de lo que yo les he encomendado”. Una frase fuerte, muy sólida para dirigir a nuestra congregación.

    Tenemos pues, hermanos, hermanas, un tesoro que nos ha regalado Dios y, precisamente, nuestra grandeza en el mundo y, sobre todo, en la vida eterna va a ser la fidelidad a lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Fidelidad a su Iglesia santa y fidelidad a nuestra congregación.

    Que Dios, a través de esa entrega de Mele, siga bendiciendo nuestra amada congregación. Ahora estamos como en los principios. Recuerden que el padre Domingo, Dominguito, que era novicio con el padre Moisés, le dijo a Nuestro Padre: “Nuestro Padre, yo a esto no le veo hechura” y Nuestro Padre le contestó: “Yo tampoco”. Pero siguió Nuestro Padre adelante, con la misión que Dios le había encargado y con las dificultades propias de esta vida para seguir adelante con los designios de Dios.

    Pues damos gracias a Dios nuestro Señor, y es el motivo de esta Eucaristía, por la vida de nuestro querido padre Mele y le pedimos a nuestro Señor que siga bendiciendo a su Iglesia, que siga bendiciendo a su congregación, con vocaciones santas y con sacerdotes santos. Así sea.


  • Hacia una Vida Religiosa Sinodal y Misionera

    Hacia una Vida Religiosa Sinodal y Misionera

    Aportes de la Vida Religiosa que Peregrina en América Latina y el Caribe al Sínodo de la Sinodalidad

    Encontrándonos en esta tercera fase del proceso sinodal, la Vida Religiosa de América Latina y el Carebe, sabiéndose unida a la Iglesia universal, ha acogido la invitación que se propuso para retomar temáticas específicas que permitan profundizar y avanzar en la sinodalidad y la misión. De este modo, a  través de un proceso muy nutrido y profundo de consultas y trabajos colectivos, preparó una serie de aportes que buscan favorecer prácticas relacionales, opciones misioneras y modos de organización al estilo de Jesús.

    Como se señala en la introducción de este documento de aportes:

    “La Sinodalidad no es un concepto abstracto, lo permea todo, la vida, la misión, la calidad de las relaciones, la manera de entender el liderazgo, de vivir la autoridad y la obedienciaPor eso consideramos necesario preguntarnos con sinceridad y profundidad ¿cómo ser una Vida Religiosa sinodal en misión?

    Son cinco los aspectos que se retoman en estas aportaciones, los cuales resultan de gran relevancia para la Vida Religiosa en el espíritu de la sinodalidad y en la vivencia de nuestra consagración:

    1. Misión y conversión pastoral
    2. Obediencia y modelos relacionales
    3. Formación para la sinodalidad
    4. Ejercicio de la autoridad
    5. Renovación de las estructuras

    Les invitamos a conocer y profundizar en estos aportes.


  • Escuela Internacional de verano de Economía de Francisco

    Escuela Internacional de verano de Economía de Francisco

    Del 17 al 21 de junio en la Ciudad de México se llevó a cabo la Primera Escuela Internacional de Verano de Economía de Francisco (EoF) con perspectiva Latinoamericana, dirigida a jóvenes interesados en las economías incluyentes y solidarias. Este evento tuvo como objetivo promover una nueva forma de entender la economía y el progreso, tal como lo ha propuesto el Papa Francisco, en un movimiento global que busca combatir la cultura del descarte y dar voz a quienes no la tienen.

    «Que sus universidades, sus empresas, sus organizaciones sean canteras de esperanza para construir otra forma de entender la economía y el progreso, para combatir la cultura del descarte, para dar voz a quienes no la tienen, para proponer nuevos estilos de vida. Mientras nuestro sistema económico y social produzca una sola víctima y haya una sola persona descartada por la economía, no habrá una fiesta de hermandad universal.»

    Papa Francisco, Asís 2019

    Participaron más de 40 jóvenes provenientes de diferentes países de América Latina, el Caribe y Estados Unidos. De igual modo de distintos Estados de la República Mexicana.

    Al el evento asistieron el P. Santiago Pastrana Mazón MSpS, como parte del grupo de jóvenes participantes, y el P. Gerardo Gordillo Zamora MSpS a quien invitaron a abrir el evento con el Taller: “Claves antropológicas de las economías para el buen vivir”.

    La Escuela consistió en talleres y ponencias, visitas a experiencias significativas y el compartir de cada participante en relación al trabajo o investigación que está realizando en torno a las economías alternativas.

    Como fruto de esta experiencia se generaron vínculos y articulaciones para entre todos seguir apostando por caminos evangélicos en nuestro que hacer económico.

    Es esperanzador sentir la intensidad del deseo que el Espíritu ha puesto en el corazón de estos hermanos y hermanas para querer vivir al modo de Jesús en nuestros contextos actuales.


  • Den gracias al Señor, porque es eterno su amor

    Den gracias al Señor, porque es eterno su amor

    Hermanos, en la madrugada del día de hoy, 17 de junio, el Padre Misericordioso, ha llamado a su presencia a nuestro querido padre Mele.

    Nos alegramos de que el padre Mele, ahora gozará de todos los misterios de Dios que por tantos años y perseverancia busco en su contacto con la Palabra.

    En sus documentos nos ha dejado este Testamento Espiritual:

    Agradezco profundamente a Dios por mi vocación como Misionero del Espíritu Santo. He amado siempre a mi Congregación y he procurado servirla a favor de la Iglesia, especialmente en sus destinatarios prioritarios: los sacerdotes.

    P. Melecio Picazo Gálvez, MSpS

    Misas Padre Mele

  • Inicio del 2° Noviciado en Jesús María, San Luis Potosí

    Inicio del 2° Noviciado en Jesús María, San Luis Potosí

    Les saludamos con mucho gusto los hermanos que hemos comenzado nuestros Ejercicios Espirituales del 2° Noviciado en Jesús María. Todos llegamos el domingo 9 junio a la casa de Alianza de Amor, donde vamos a estar hospedados hasta el 2 de agosto. Nos hemos reunido Misioneros del Espíritu Santo de diferentes comunidades de la congregación. Los miembros que conformamos esta experiencia somos: los PP. Lino Ruelas, Vicario General y delegado de formación; Javier Corona de la comunidad del Santuario de la Cruz del Apostolado en Jesús María, y Rogelio Cárdenas de la comunidad de la casa Conchita en Puebla; y los HH. Héctor Sánchez y Alonso Prieto de la comunidad de Itapeví en Brasil; Saúl Ibarra de la Parroquia Santa María Liberatrice, en Milán; René Álvarez de la casa de Roma; Álvaro Nieto de la comunidad de la Parroquia Cruz del Apostolado, en Guadalupe, NL; Diego Guevara, Humberto Ruíz, Gustavo Hernández y Raúl Ruíz de la comunidad del Teologado interprovincial en México.

    Estamos felices por reencontrarnos después de varios años de estar en distintas comunidades. Hoy Dios, a través de la congregación nos da la oportunidad de volver a compartir un tiempo de oración, silencio y discernimiento en el que cada uno hará una cosecha de todos los años que ha vivido en la congregación y así poder responder a Dios con la propia vida para más amar y servir.

    Nos encomendamos a su oración y tengan la certeza que también desde acá oraremos por todos ustedes.

    Cronista: Raúl Ruiz, MSpS