Nuestra Historia

Hace 100 años

CC – CCA Marzo 25 1924 – Tomo 45 pp. 22-27

Marzo 25 – Fecha inolvidable de la dicha inmensa de la Encarnación mística. ¡18 años! […]

Celebró la Misa el P. Félix en el Templo de la Compañía, en el crucero del lado de la epístola, donde se apareció la Cruz del Apostolado y la Palomita divina.

Me regaló esa Misa que ofrecí en acción de gracias por la encarnación mística y en expiación de todas mis infidelidades y faltas en esa gracia. Quedamos liquidados de cuentas, pues que la Sangre de Jesús basta y sobra para pagar todas nuestras deudas. ¡Bendito sea!

Hice mi oblación que me dictó en el retiro el P. Félix y que copio aquí. […]

Oración – 25 de marzo de 1924

¡Oh mi buen Jesús!, yo quiero lo que Tú quieras, pero ya sin excepción. Quiero dejarme querer de Ti, en la extensión que Tú lo quieras.
Acepto, no diré dolores, penas y cruces, que eso Tú bien sabes que hace mucho tiempo que las acepté por puro amor.
Hoy, acepto lo desconocido, lo que más le cueste y le pueda a mi naturaleza y temperamento. Quiero y le abro los brazos a lo que más me haya dolido y prometo solemnemente en este 18o. aniversario de la encarnación mística, no rehusarme a nada de lo que fuere tu voluntad y llenar enteramente, ayudada con tu divina gracia, el papel que me has dado en tu misericordia infinita sin querer fijarme demasiado en mi profunda miseria.

¡Oh, Divino Verbo Encarnado, Hijo amadísimo del Padre, mi queridísimo Jesús!, ya me siento aliviada de un gran peso pues que, con las anteriores promesas, te acabo de dar enteramente, una vez más mi libertad, para que Tú obres como quieras en mi alma.
Sí, ¡Dios mío!, de veras siento que, por esa gracia extraordinaria de la encarnación mística, debo identificarme Contigo, mi Jesús, y amarte como Tú me amas, dejándome amar como Tú te has dejado amar de mí.

Te suplico, mi Jesús, que por este último sacrificio que acabo de hacerte con todo el ardor de mi alma y que abarca todos los sacrificios del porvenir, derrames tus más abundantes bendiciones sobre tus Misioneros para que sean como Tú los quieres y que enteramente identificados Contigo, vivan de tu vida y de tu espíritu, siendo cada uno, otro Jesús crucificado.

Bendice también, ¡oh, mi Jesús!, a las Religiosas de la Cruz tan amadas, al Apostolado y a la Alianza; a la Liga con los Sres. obispos y sacerdotes que la componen y a todos los fieles que, por las Obras de la Cruz, te han de dar tanta gloria.
Y todo por manos de María, tu Inmaculada Madre y Reina de esas amadas Obras. Amén.

Hace 75 años

CRONICA DE LA CASA DE ESTUDIOS

Marzo de 1949 – Día 3.- Aniversario de la muerte de N.M. Renovación de votos por un año del H. Mariano Siller en presencia del R. P. Roberto de la Rosa. Por la tarde algunos hermanos van a visitar la casa de N.M.

Día 12.- Se ordenaron por la mañana en la Catedral, de diáconos los H.H. Alfredo Martínez, Luis Martínez, Manuel Castillo y Carlos Furber.

Los teólogos asisten a la ceremonia y los filósofos a clases. A la comida nos acompaña el Rvmo. Padre quien nos cuenta algunos recuerdos de Nuestro Padre. En la tarde asueto en honor del Sto. Padre.

Día 19.- Onomástico del R.P. José Guzmán. Nos acompaña en la comida el Rvmo. Padre General

Día 27. Entran a Ejercicios los 5 diáconos en la casa del “Altillo” (bondadosamente donada a la Congregación a fines de Enero por la insigne bienhechora Sra. Elena Sánchez Gavito). Les dan las platicas los R.R.P.P. Tomas Fallon, Pablo Vera y Luis Cervantes.
Tomado del Cor Unum de marzo de 1949. Expediente 5, Caja 2, p. 309.

Hace 50 años

Del Libro del P. Philipon

Nos hemos referido a él con frecuencia en las páginas de Cor Unum Pensado durante muchos años y escrito con amor y con profundo conocimiento de causa, es la obra póstuma del ilustre escritor dominico. Fruto maduro de su plenitud. De una espiritualidad cultivada en lo especulativo del pensamiento y en la práctica de la vida diaria.

El P. Philipon dejó la obra inconclusa. La terminó el P. Roberto de la Rosa, con no menor competencia cariño e interés. Como que ha leído y conoce a fondo la Cuenta de Conciencia. Y como que es el Postulador de la Causa.

Ponerse al corriente y acabar la obra, le llevó mucho tiempo.

Luego fue necesario recurrir a los Padres dominicos y solicitar de ellos el permiso para la publicación del libro.

El P. Desobry, Superior Provincial de los Dominicos en México, no se sintió con la autoridad competente para dar el permiso solicitado y dijo que debíamos recurrir al Provincial del P. Philipon en Francia. El P. Roberto, en su viaje del año pasado a Roma, tuvo oportunidad de visitar al Maestro General de los Dominicos, quien dijo que no acostumbraba pasar por encima de una autoridad subalterna y puso al P. Roberto en comunicación con el Asistente General por Francia, quien a su vez habló por teléfono a larga distancia con el Superior Provincial del P: Philipon. El provincial a su vez declinó su responsabilidad y dejó todo en manos de las autoridades de Roma. El Asistente General se disponía a nombrar los censores cuando comenzó a entretener su tiempo leyendo algunas páginas del libro. Ya no lo soltó de la mano ni nombró censores distintos Tomó sobre sí la responsabilidad y al terminar su lectura escribió al P. Roberto una carta de la que cito algunos párrafos:

“Muy querido y Reverendo Padre: Llegó lo que tenía que llegar. He leído el último capítulo sobre la Trinidad. Me ha conquistado y Usted podrá encontrar aquí el mismo NIHIL OBSTAT.[…]. Tomado del Cor Unum de marzo de 1974. Expediente 2, Caja 13, pp. 38 y 39.

Hace 25 años

Colgados de la voluntad de Dios

Roma, 26 de enero de 1999

Hace una hora estaba hablando por teléfono con uno de los Oficiales del a Congregación para las causas de los Santos. El diálogo fue breve:

“Dos de los Consultores Teólogos están fuera de Roma. El bien de las Causas de Conchita y del P. Felix de Jesús exige que todos los Consultores participen en el congreso. Por lo mismo, éste se suspende, una vez más, hasta nueva fecha, en el mes de marzo.”

Me quedé un poco frío ante la noticia. De golpe vi la conveniencia de que todos los Consultores estuvieran presentes, pero no pude menos que pensar de inmediato en todos los que esperábamos, ansiosos, la celebración del Congreso esta tarde y luego los resultados de dicha reunión. Me vino entonces a la memoria un cuento que nos contaba mi abuelita y que quizá Uds. Conozcan: “Un pastorcito jugando, gritaba: “El lobo, el lobo. ¡Ayúdenme!”  todos los demás pastores corrían a auxiliarlo y lo encontraban sonriendo porque no era cierto que el lobo estaba presente El día en el que de verdad vino el lobo, nadie acudió a socorrerlo…

Corremos – con un poco de razón- el peligro de que el próximo aviso sobre la celebración del Congreso Teológico, sea quizá recibido como los últimos gritos del pastorcito… Con todo, la comunicación vendrá, porque creo que la espera, la noticia previa y la noticia del resultado final es de todos y para todos.

Les invito a vivir estos “percances humanos” COLGADOS DE LA VOLUNTAD DE DIOS.

Su hermano en Cristo,
Domenico Di Raimondo msps, Postulador General.
Tomado del Cor Unum de marzo de 1999. Expediente 3, Caja 31, p. 41.

Discover more from Cor Unum

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading