Como parte de la experiencia formativa en la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo, los hermanos postulantes participamos de una mediación particular en la que pudimos convivir durante un periodo de nueve días en diversas comunidades de ministerio. La experiencia comenzó el sábado 25 de mayo por la mañana y terminó la tarde del domingo 2 de junio por la noche, teniendo presencia en las siguientes comunidades:
- Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús en Durango, Durango.
- Templo Santa Teresita del Niño Jesús en León, Guanajuato.
- Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Irapuato, Guanajuato.
- Santuario de la Cruz del Apostolado en Jesús María, San Luis Potosí.
Nuestros hermanos José Guadalupe y Emmanuel Espinoza tuvieron la dicha de vivir su experiencia en la comunidad de Durango, Durango. Fueron bien recibidos por los hermanos Enrique, Luis Raúl, Poncho y Elías, quienes se mostraron fraternos en todo momento con ellos. Resaltan también la gran participación juvenil que hay en la comunidad, sintiéndose acogidos en todo momento por ellos, pudiéndose involucrar en compartir la vida y la experiencia de fe mediante el acompañamiento cercano y solidario.
Por otra parte, Mauricio y Rodrigo pudieron compartir su experiencia de fe con los hermanos Ricardo, Eduardo, Joaquín, Fernando y Jesús en la comunidad de León, Guanajuato. Ambos destacan la manera tan particular de la vida contemplativa que se sitúa en dicha comunidad. Durante estos días pudieron también ser testigos de la importancia que tiene la oración en el modo de ser dentro de la Congregación. Fueron también participes de cada una de las actividades de los hermanos, en dónde cada uno va dejando huella en su ministerio.
Los hermanos José Pablo y Jorge estuvieron presentes en la comunidad de Irapuato, Guanajuato en donde fueron recibidos por los hermanos Chrisman, Román, Carlos, Oscar y Alfonso. Ellos fueron testigos de como la comunidad de Misioneros es muy estimada en el centro de la ciudad, eso gracias a la cercanía y fraternidad que muestran los hermanos para con los feligreses. Destacan también la participación de los jóvenes, quienes se encuentran siempre disponibles para realizar obras en favor de su comunidad.
Finalmente, nuestro hermano Emmanuel Cisneros tuvo la fortuna de estar en la comunidad de Jesús María, San Luis Potosí durante estos días. En todo momento se sintió tratado como un hermano más dentro de la comunidad, pudiendo aportar estando presente en cada una de las actividades que los hermanos iban teniendo. También le toco estar presente en la despedida del padre Melecio de la comunidad, ya que por cuestiones de salud puede ser mejor atendido en la Casa San José.
Sin duda alguna, podemos decir que esta experiencia congregacional nos ha dado luces muy significativas para conocer lo que se vive en el día a día en una comunidad de ministerio. Nos da también certezas en nuestro caminar, en donde vamos optando por el querer de Dios y quién nos va configurando en nuestra respuesta vocacional. Estamos muy agradecidos ya que en todo momento nos hicieron sentir parte de la comunidad, pudiendo reafirmar que en nuestra congregación el vínculo más fuerte que nos une es el sentido de ser familia.
Sigamos orando por nuestra amada congregación, que el Señor siga suscitando vocaciones religiosas, donde más jóvenes se encuentren dispuestos a dar su vida por un proyecto que da sentido y plenitud. Nosotros nos encomendamos también en este cierre de etapa, para que podamos seguir respondiendo con mucha alegría y generosidad a esta invitación que Dios nos hace para formarnos como futuros Misioneros del Espíritu Santo. ¡Con María todo, sin ella nada!
Jorge Eduardo Ayala
Postulante – Cronista