Crónica de la XIV Asamblea de la Provincia Félix de Jesús.
Cuarto día “Conversación en el Espíritu”.
Es agradable echarse una platicada con hermanos que solo de vez en cuando nos vemos. Nuestros diálogos cotidianos los vivimos en nuestras comunidades y con la gente con quien compartimos la vida y misión. En unos y en otros el Espíritu actúa.
Narramos nuestra historia y nuestras experiencias. ¿Qué tipo de piedra soy? Nos preguntamos en la oración matutina y así crear espacios de diálogo, los apoyamos en el altar.
¡Y a seguir platicando! En plenario, se dio voz a lo que los pequeños grupos trabajaron el día anterior. La asamblea escuchó, pidió aclaraciones, complemento y así se generó un ambiente fraterno de dialogo en sinergia.
Los 9 proyectos del Plan Provincial tomaron vida en el recuento que las comunidades, a través de los superiores, llegaron al corazón de la provincia: momentos comunes en los que nos apropiamos de lo que en el día a día cada uno de nosotros vive para seguir construyendo el gran puente que es la congregación.
Después de un trabajo intenso en asamblea y sus merecidos descansos nos fuimos a comer sin antes pasar por la tradicional hora del amigo, entre botanas y tequilas, el diálogo lúdico y espontáneo completó este día dedicado a la conversación.
Por la tarde, en profunda disponibilidad iniciamos la conversación. La apertura de la mente y el espíritu fueron indispensables para recuperar nuestras emociones, nuestra experiencia y nuestra esperanza en modo de tomar consciencia de cómo el Espíritu ha estado actuando en nosotros.
Para ello, nos dimos tiempo en el silencio para que emergiera la voz del Espíritu en palabras nuestras. Los canales de la conversación fueron el futuro de la vida religiosa, las prioridades y criterios provinciales que puedan dar luz al Gobierno Provincial para la toma de decisiones.
Dejar hablar al Espíritu es un ejercicio gratificante y también intenso por lo que terminamos nuestro día de trabajo un poco cansados pero contentos.
En el momento de compartir nuestras conversaciones del día en la Eucaristía, inmediatamente cambiamos de canal. Boboto (paz), Bondeko (fraternidad) y Esengo (alegría) fueron el saludo inicial. El padre Arnold Mukoso, superior de la comunidad de Crema (Italia) presidió y nos invitó a saludarnos en lengua Lingala. Diverso a otros días la capilla de la Soledad retumbaba con los cantos animados por nuestros hermanos del Segundo Noviciado, quienes nos acompañaron. Armando Tovalín, encargado provincial de la formación los presentó uno a uno, pidiendo en especial, que pronunciaran si están contentos en sus comunidades, a lo cual todos dijeron ¡sí!
Para terminar el día cenamos en un ambiente fraterno, los hermanos del segundo noviciado se esparcieron como semillas por todas las mesas del comedor recordándonos que son ellos el futuro de la congregación, los números de las estadísticas que se nos presentaron en el segundo bloque de trabajo, quienes siguen abiertos a escuchar la voz del Espíritu. Creo que lo que esta asamblea pueda entregar al Consejo Provincial, por ende, a la Provincia misma, sea para todas las generaciones de MMSpS, una oportunidad para “conversar en el Espíritu”.
P. Lucio Ordaz Montelongo, MSpS.