Crónica de la cuarta tanda de Formación Permanente


Tepoztlán, Morelos / Julio 2024

Presentación

En éste sencillo escrito quiero compartirte la crónica de la 4ª tanda del período intensivo de Formación Permanente* que vivimos del 8 al 31 julio 2024 en las hermosas tierras de Tepoztlán, del estado de Morelos, México.

Recordemos que, aunque el período intensivo es una de las mediaciones que se proponen en nuestra Congregación para vivir una verdadera FP integral, es una mediación privilegiada.

El hilo conductor se resume en “UN MEJOR NOSOTROS”, entendiéndolo como un ejercicio de reconocer nuestra realidad, descubrir la necesidad y el deseo de mejorar, para comenzar a hacer los cambios en nuestra persona y comunidad, con el fin de construir el nosotros que Dios nos está llamando a ser, como hermanos de Congregación y de cara a nuestra misión.

Talleres para un mejor nosotros

En nuestra vida y misión, no solamente es importante cuidar la salud física para tener un buen funcionamiento, sino también poder abordar nuestra salud emocional y la calidad evangélica y saludable de los vínculos que establecemos en nuestro caminar; es por ello que Juan Carlos Equihua, msps, de la comunidad del Filosofado, y la psicóloga Ma. Del Pilar Saviñón (quien colabora con nuestro Noviciado de Qro) nos facilitaron un taller abordando esos temas de manera creativa y profunda, divididos en dos grupos.

También es muy importante poder reflexionar en nuestras maneras de trabajar en equipo y de caminar con nuestras comunidades, por lo que Mauricio Pineda, vino desde Guadalajara a acompañarnos en un taller con ese tema, de manera muy atinada y profesional.

Por último, abordamos nuestro celo apostólico y liderazgo, ahora en dos grupos de nuevo, acompañados por la Hna. Blanca Cecilia, que vino desde Colombia, y Lupita Gómez (vicepresidenta del Apostolado de la Cruz).

En estos talleres pudimos tener un mayor conocimiento de nuestra realidad personal y congregacional en dichos temas e identificar algunos derroteros para un crecimiento personal y un mejor nosotros.

Recuperar y compartir.

Al inicio y al final de la tanda, y al final de cada taller, tuvimos tiempo de silencio para asentar, integrar y recuperar lo vivido, e identificar las mociones del Espíritu para nuestro crecimiento personal. Estos tiempos también nos ayudaron para discernir nuestras vidas y ponerlas en común en los grupos de acompañamiento, lo cual fue muy enriquecedor, tanto por el compartir como el retroalimentarnos de manera lúcida y fraterna.

Ritmo y ambiente

El ritmo fue muy positivo. El encuadre facilitaba el equilibrio de tiempos de plenario, compartir en grupos, tiempo personal y descanso. Un día fue de descanso personal otro por grupos y en otro varios participaron en las profesiones de los novicios en Qro. La casa de los OMI (Oblatos de Ma. Inmaculada) favoreció mucho y el ambiente fue de fe (las Eucaristías muy sentidas) y fraternidad, sintiéndonos como una familia.

Cierre y Evaluación

En el proceso de cierre, tuvimos un día de retiro para poder elaborar nuestro Proyecto Personal de Vida, a partir de la cosecha de todo lo vivido y otro día para compartir en grupos de acompañamiento. El último día celebramos por la mañana la Eucaristía, presidida por el P. Emilio Suberbie, msps, en su aniversario sacerdotal. Agradecimos al personal y la Hna. Diana, misionera Claretiana y administradora de la casa de retiro, nos hizo un reflejo sobre la calidad humana y evangélica que percibió en nuestro grupo.

Por último, nos reunimos para compartir lo más importante que nos llevamos de este periodo intensivo y evaluamos en plenario. Fue así que al final nos fuimos despidiendo, con un corazón agradecido, confirmando que es un acierto congregacional dedicar tiempo para estos espacios y con retos personales y provinciales para seguir construyendo un mejor nosotros como Congregación.

Cronista: H. Gustavo Llaguno, msps

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