Hermanos y hermanas les saludamos con alegría la comunidad del Segundo Noviciado. Hemos llegado al final de este tiempo privilegiado que Dios nos ha permitido vivir en la casa de Alianza de Amor, en Jesús María, San Luis Potosí.
Les agradecemos a todos por su oración y por su cercanía. Les compartimos que hemos vivido un tiempo intenso de Ejercicios Espirituales y de otras mediaciones propias de la etapa. Ustedes recordarán las gracias que se obtienen cuando volvemos a dedicar un espacio más prolongado al silencio, a la oración y a la contemplación. Gustavo, Saúl, Alonso, René, Héctor, Álvaro, Diego, Humberto y Raúl tuvimos la posibilidad de cosechar lo que Dios nos regaló durante estos años de formación. Obtuvimos muchas constataciones de nuestro camino recorrido, de reconocer el paso de Dios con sus mociones y luces, de acoger con humildad y sencillez los aprendizajes, de pedir perdón por los pecados cometidos que no nos dejan crecer en humanidad/ santidad, así como los nuevos retos que nos esperan en el seguimiento apasionante de Jesús Sacerdote.
Gracias a los PP. Javier Corona, Lino Ruelas y Rogelio Cárdenas por acompañarnos en este Segundo Noviciado, por ser hermanos y darnos testimonio de que vale la vida seguir a Jesús, siendo honestos y generosos. También queremos agradecer a nuestros hermanos de la Casa Ruah y del Santuario Cruz del Apostolado por todas sus atenciones, por facilitarnos algunos recursos y por la fraternidad al hacernos sentir en casa.
Queremos compartirles que durante estos casi dos meses tuvimos algunas participaciones en reuniones, descansos y visitas que nos ayudaron a crecer en comunión con otros MMSpS, así como algunas anécdotas chistosas que guardamos en nuestra memoria y corazón.
Aquí menciono brevemente algunas actividades/ experiencias que tuvimos en estos dos meses. Un día los delegados de formación de las tres Provincias vinieron a Jesús María para saludarnos y platicar con cada uno de nosotros. La comunidad de PV de la Casa Ruah nos invitaron a comer y descansar. Otro día que llovió demasiado se metió el agua al cuarto de Lino y de Alonso, así que hicimos un equipo de rescate para ayudarlos. Un lunes participamos de la misa de exequias del P. Melecio Picazo en el Santuario de la Cruz del Apostolado, luego
nos quedamos a comer.
Un día celebramos la Eucaristía con los superiores que participaron de la asamblea de la Provincia Félix de Jesús. En nuestros días de descanso aprovechábamos para ir a desayunar unas ricas gorditas a Macheros, otros preferían ir a la despensa. Fuimos a caminar al cerro de san Miguelito, y luego nos metimos a nadar en el río. En otra ocasión fuimos de paseo a la Media Luna. Un día por la noche se metió a la cocina un tlacuache pequeño, entre los cinco hermanos no se hizo uno para sacar al pobre animal, más tarde lo logramos con un escobazo. Tranquilos, no matamos al tlacuache, sigue vivo en la casa de Alianza.
El domingo 21 de julio los hermanos renovamos nuestros votos en la capilla de Guadalupe a las 7pm, el P. Rogelio Cárdenas presidió la Eucaristía. Nos acompañaron nuestros HH. Elmer y Óscar, de la Provincia Cristo Sacerdote y los novicios Chuy, Ulises, Ken y Alex que estaban haciendo sus ejercicios para prepararse a su primera profesión con el P. Pablo Héctor.
El sábado 27 de julio participamos de la profesión de los Primeros votos de nuestros hermanos novicios, en Querétaro. Las últimas dos semanas por las noches vimos la serie The Chosen. Algunos no conocían esta serie y quedaron encantados. En otra ocasión fuimos a desayunar y a cenar a la casa de Concha Muñiz.
En nuestras dos últimas semanas de Segundo Noviciado, los hermanos aprovechamos para tener deporte juntos por la tarde en la cancha de fútbol de la Casa Ruah. El último día Alonso se despidió dando una vuelta olímpica por su excelente actuación futbolística antes de su próxima operación.
El martes 30 de julio por la tarde, nos reunimos para hacer nuestra evaluación. A las 7pm tuvimos nuestra celebración conclusiva del Segundo Noviciado. Más tarde, llegaron a cenar nuestros hermanos de la Casa Ruah y algunos hermanos de la comunidad del Santuario. Durante todo el día René y Héctor estuvieron preparando la cena. De entrada Héctor y Gustavo nos dieron unas coxinhas, son unas bolitas de pollo desmenuzado envueltas en una masa frita, es un aperitivo típico de la cocina brasileña. Como plato fuerte René estuvo cocinando un delicioso brisket a la parrilla, costillas de puerco en salsa barbecue, macarrones con queso, ensalada de col y de beber tomamos una rica caipiroska.
Nuestra cena fue internacional, entre comida y bebida brasileña, texana, mexicana e italiana. Estos días los vivimos en fraternidad, discernimiento, silencio y mucha alegría por el gusto de reencontramos, de acompañarnos en el camino y de renovarnos en nuestro seguimiento de Jesús como Misioneros del Espíritu Santo.
Les compartimos algunas evidencias fotográficas de bellos momentos.
Raúl Ruíz Medina, MSpS