Quiero con sencillez compartir mi testimonio de como vivimos la fraternidad y el espíritu de familia en nuestra congregación.
Tras mi periplo por Colombia con dos cirugías desafortunadas pero con el punto de cariño de mi comunidad al 100, me fui a México y la dosis de fraternidad la encontré en la Casa Conchita: equipo, hermanos de la comunidad y personal de servicio. Y resaltar la presencia cariñosa de Ricardo Páez. Y luego la comunidad de Madrid: me recibe Javier Lozano y la comu. Luego llega Carlos Alonso y viene la complicada cirugía con una semana en la UCI, dos en planta y por fin en Guadalupe… en casa… en familia y en fraternidad. Charly, Josué, Fer y Fredy. Es un lujo tener hermanos así. Sin olvidar a los laicos de la parroquia: Arancibia, Comu de “jóvenes” y tantos más con turnos para atenderme y mi familia con su cariño de siempre. Por encima de todo, mi gratitud al gran amigo y hermano Javier Segovia, un modelo de servicio y entrega.
A veces resaltamos y criticamos cosas malas de nuestra vida comunitaria. Hoy mi testimonio es de tanto bueno que vivimos en comunidad: fraternidad, acogida, cariño, servicio, entrega y atención al hermano enfermo.
NP lo resumiría en espíritu de familia.
Gracias por mis hermanos de comunidad aquí en Madrid y por tantos hermanos y amigos laicos entrañables de la comunidad parroquial. Me siento muy querido. Esto es fraternidad.
GRACIAS.
Cecilio Félez MSpS

