Crónica de la XIV Asamblea de la Provincia Félix de Jesús.
Primer día: “Somos piedras vivas”.
En el contexto actual en que nos encontramos, no siempre alentador y favorable, estamos invitados a poner el corazón en lo que los últimos Capítulos y las Asambleas provinciales nos han dejado. Recordando cuando Jesús dirige su palabra a Pedro y le dice que ahora lo llamará «Piedra» (Mt 16, 17-20), se nos invita a reconocer que no somos “una piedra de molino” sino una pequeña piedra, resquebrajada y desgastada pero que, colocada en Jesús, su fundamento, se convierte en piedra viva. Haciendo alusión a nuestro estimado hermano Jorge Brito, se nos recuerda que de una piedra puede surgir la belleza de una obra de arte. Estamos en manos del Alfarero y será él a modelarnos y a plasmarnos. Así como un día Félix nos enseñó: Jesús es el arquitecto, nosotros los constructores de este gran edificio, de esta grande obra por construir.
Con palabra símiles a estas, nuestro Superior Provincial el p. Armando Moreno recibió al grupo de los 37 participantes de esta XIV Asamblea Provincial (si bien, algunos aún por llegar). Después de sus acogedoras palabras nos presentó a quien presidirá la Asamblea en representación del Superior General José Luis Loyola que actualmente está tomando el Periodo de Formación Permanente (por lo que no podrá participar). En su lugar, el Padre Lino Ruelas dio el inicio oficial.
Lino nos dirigió unas palabras refiriéndose a la Esperanza que ya el Papa Benedicto XVI invitaba a despertar en nuestro espíritu y corazón y a las invitaciones que el Papa Francisco ha hecho para ser constructores de ella. Así como el profeta Elías, que con un poco de pan y de agua despertó su cuerpo y alma para recuperar las fuerzas y enfrentar los retos de la misión que se le encomendó. Una caricia, solo pan y agua, la pequeñez y lo sencillo es lo que hoy pedimos para estos días de reunión, con lo pequeño que somos, pero llenos de esperanza podamos juntos dar pasos en la construcción de nuestra amada congregación.
Iniciada la sesión, los animadores de las comunidades (superiores) y algunos invitados (Provinciales, coordinadores de proyectos provinciales, dos laicos y otros) se nombró lista de los presentes. El tiempo restante fue para terminar de llegar y disponernos para celebrar la Eucaristía.
Armando Tovalín cantó, Quintero leyó, Juan José recitó, Lino presidió y Miguel Castillo concelebró. Así concluyó el primer día, convencidos de que serán días llenos de esperanza y de luz, que tendremos tiempo para orar, para compartir, para reflexionar y para discernir.
Sabías que: para quien se quiera animar, ¡pues que se anime! (Cit. Quintero en su servicio de animación).
P. Lucio Ordaz Montelongo, MSpS.